Martine Beswick, la morena mala. Cuando Senta Berger tenía cola. El cavernícola con acné
Segunda entrega de las mujeres prehistóricas, es como los coleccionables de septiembre pero sin ir al kiosco. (Podríamos regalar punto de cruz de la academia del bordado de Therese de Dilimont, aristócrata vienesa del XIX. Serviría para para tapar los ombligos de nuestras antepasadas ).
Si alguien ha tenido la paciencia y las ganas de ver el primer capítulo, observará que esta versión cinematográfica de la prehistoria nos ofrece chicas de 'rompe y rasga’, dinosaurios que ven un barbudo y creen que es una tapa de ensaladilla y tribus que se pasan el día a la greña mientras un ‘insignificante’ bicho les fastidia la fiesta.
Tres mujeres esculturales, tres, vivieron tremendas aventuras con piel de animal que les tapaba lo necesario para no resfriarse en tiempos remotos.
Ahora veremos más bikinis pero con otras variantes, un trogloditismo revisitado, dos parodias a la italiana de 'Hace un millón de años ' y una película de carcajada constante, aunque ni los actores ni su director pensaron que su filmación iba a provocar tantas risas.
Martine Beswick, desde Jamaica con amor
Martine Beswick, actriz y modelo jamaicana , se dio a conocer como chica Bond. ‘Desde Rusia con amor’ y ‘Operación Trueno’ la introdujeron en el mundo del celuloide. En ‘Hace un millón de años’, ella es Nupondi, la rival de Raquel Welch, que pierde en la lucha contra ella básicamente por ser morena, según mi modesta opinión y la del guionista tras una noche de exceso de cerveza negra.
Beswick no tuvo la culpa de ser morena, ni una 'mala -buena ' (ya me entienden), así que volvió a tiempos remotos en ‘Mujeres prehistóricas’ (Prehistoric Women ). Ella es la malvada Kari , morena por supuesto, reina de un lugar perdido en el África, a la que le gusta esclavizar a las rubias (una manía como otra) y tener encerrados a los hombres en cuevas (concepto de ‘amazonas radical’ que ya se daba en los años 60).
La rubia buena es Edina Ronay, actriz y modelo húngara de origen británico, que más tarde abandonaría la interpretación para dedicarse al diseño de modas (sin duda los bikinis prehistóricos inspiraron su futura profesión).
La selva es todo un decorado que le da un ambiente como de teleserie. Los elaboraron con los decorados que sobraron en la película ‘Hace un millón de años’ ( concepto inglés del ahorro y de no tirar ni un tablón). La película es un remake de Mujeres Prehistòricas de 1950.
Como curiosidad, destacan las escenas de danzas tribales, con un componente erótico y hasta surrealista si se observa con más detenimiento. Para los que quieran deleitarse con esta extrañeza, revisen el ataque del rinoceronte blanco, se puede ver la vía por donde mueven el prefabricado animal de cartón piedra.
Película de culto para algunos, ‘tan mala que es casi buena’ (lema de nuestro blog, no lo olviden) para otros, merece la pena conseguir la versión norteamericana que tiene 13 minutos más que la inglesa.
Segunda entrega de las mujeres prehistóricas, es como los coleccionables de septiembre pero sin ir al kiosco. (Podríamos regalar punto de cruz de la academia del bordado de Therese de Dilimont, aristócrata vienesa del XIX. Serviría para para tapar los ombligos de nuestras antepasadas ).
Si alguien ha tenido la paciencia y las ganas de ver el primer capítulo, observará que esta versión cinematográfica de la prehistoria nos ofrece chicas de 'rompe y rasga’, dinosaurios que ven un barbudo y creen que es una tapa de ensaladilla y tribus que se pasan el día a la greña mientras un ‘insignificante’ bicho les fastidia la fiesta.
Tres mujeres esculturales, tres, vivieron tremendas aventuras con piel de animal que les tapaba lo necesario para no resfriarse en tiempos remotos.
Ahora veremos más bikinis pero con otras variantes, un trogloditismo revisitado, dos parodias a la italiana de 'Hace un millón de años ' y una película de carcajada constante, aunque ni los actores ni su director pensaron que su filmación iba a provocar tantas risas.
Martine Beswick, desde Jamaica con amor
Martine Beswick, actriz y modelo jamaicana , se dio a conocer como chica Bond. ‘Desde Rusia con amor’ y ‘Operación Trueno’ la introdujeron en el mundo del celuloide. En ‘Hace un millón de años’, ella es Nupondi, la rival de Raquel Welch, que pierde en la lucha contra ella básicamente por ser morena, según mi modesta opinión y la del guionista tras una noche de exceso de cerveza negra.
Beswick no tuvo la culpa de ser morena, ni una 'mala -buena ' (ya me entienden), así que volvió a tiempos remotos en ‘Mujeres prehistóricas’ (Prehistoric Women ). Ella es la malvada Kari , morena por supuesto, reina de un lugar perdido en el África, a la que le gusta esclavizar a las rubias (una manía como otra) y tener encerrados a los hombres en cuevas (concepto de ‘amazonas radical’ que ya se daba en los años 60).
La rubia buena es Edina Ronay, actriz y modelo húngara de origen británico, que más tarde abandonaría la interpretación para dedicarse al diseño de modas (sin duda los bikinis prehistóricos inspiraron su futura profesión).
La selva es todo un decorado que le da un ambiente como de teleserie. Los elaboraron con los decorados que sobraron en la película ‘Hace un millón de años’ ( concepto inglés del ahorro y de no tirar ni un tablón). La película es un remake de Mujeres Prehistòricas de 1950.
Como curiosidad, destacan las escenas de danzas tribales, con un componente erótico y hasta surrealista si se observa con más detenimiento. Para los que quieran deleitarse con esta extrañeza, revisen el ataque del rinoceronte blanco, se puede ver la vía por donde mueven el prefabricado animal de cartón piedra.
Película de culto para algunos, ‘tan mala que es casi buena’ (lema de nuestro blog, no lo olviden) para otros, merece la pena conseguir la versión norteamericana que tiene 13 minutos más que la inglesa.
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Senta Berger, una cola de ida y vuelta
Tanto bikini perdido por Europa, era una clara oportunidad para los italianos, maestros en hacer versiones de todo menos de películas de monstruos japonesas (alguna hay, ya lo veremos).
Por ello, la Raquel Welch de turno o la Victoria Vetri del momento se transforma en Senta Berger, actriz vienesa de larga trayectoria, con papeles en Hollywood. Ella en los 70, ya llevaba tiempo rodando sólo en Europa y quizá esa pueda ser la causa que acceda a estas dos comedias de tono más grotesco, las únicas con tanta exageración cómica que tiene en su filmografía.
Senta en ‘Cuando las mujeres tenían cola’ (When Women Had Tails) es un ‘ejemplar’ que cazan unos hermanos sin saber realmente que se trata de la misma especie. Ellos en realidad piensan que han cazado un animal. Senta evitarà convertirse en albóndiga en salsa y luego aparece el lado picantón de comedia italiana, inevitable, claro.
Pasquale Festa Campanile, un señor al que tanto Sanjensen como Marty le tienen en gran aprecio, (veremos cómo es capaz de preparar los films más extraños y curiosos, con argumentos increíbles) cocina esta comedia prehistórica quizá con exceso de sal.
La cola de las mujeres se pierde en la segunda entrega.: 'Cuando las mujeres perdieron la cola' (When Women Lost Their Tails). La vida aburrida en el esqueleto de un dinosaurio se trastoca con la llegada de un estafador, Lando Buzzanca, que les introduce la moneda y el dinero. Ácida crítica a la especulación y al valor de la moneda. Los ingenuos cavernícolas revenderán sus productos y se verán obligados a trabajar por una miseria. La propia Senta Berger, Filli en la película, será una mercancía más.
Procesión de cómicos italianos, con caras tan peculiares que no se encuentran ni en 100 cástings. El mencionado Buzzanca, Renzo Montagnani, Lino Toffolo, Aldo Giuffré, le dan ese aire de comedia cavernícola alla napolitana, algo que sólo se puede entender en el país de la bota.
El cavernícola adolescente
De Italia nos vamos a un producto que vuelve a recordarnos ese gran slogan : tan mala que es casi buena, 'Cavernícola adolescente' (Teenage Cave Man). El actor Robert Vaughn, conocido por su papel de espía en ‘El agente de Cipol’, protagonista del film , no duda en decir que es la peor película de la historia del cine (el señor Vaughn no ha visto algunas que ya comentaremos).
Lo cierto es que figura en la lista, junto con las de Ed Wood. Producto Corman, rodado en dos semanas con un presupuesto para pagar la comida de los actores, es una comedia oculta, una película para sentarse y después hacer como Faemino y Cansado: leer a Kierkegard. Disfruten de esta joya única que Corman quiso que pasara a la posteridad.
Para ver con pipas, kikos, chicles, y demás alicientes masticables que no sobrepasen los 2 centímetros.
Aportaciones y sugerencias. Todo aquel interesado en enviar imágenes de películas curiosas de las décadas del 60, 70 y 80 o aportar cualquier sugerencia sobre películas, actores, cómicos, etc, puede dejar un comentario.
Enlacesrelacionados:
http://peliscutres.wordpress.com/2008/04/11/mujeres-prehistoricas-1967/
http://draberracion.blogspot.com/2006/08/hammer-summer-mujeres-prehistoricas.html
http://www.coldfusionvideo.com/archives/when-women-had-tails-1970/
http://giallo-fever.blogspot.com/2008/12/quando-le-donne-avevano-la-coda-when.html
http://www.badmovieplanet.com/3btheater/t/teenagecaveman.html