La Navidad nos plantea muchas preguntas y depende de nuestro estado de ánimo, nuestra respuesta es muy diferente. Para disfrutar de un momento del año muy especial, un editorial del diario de Nueva York ‘The Sun’, publicado en 1897, puede ser de gran ayuda. Francis P. Church respondió en un editorial a la pregunta de una niña de 8 años. ‘Sí ,Virginia, Papá Noel existe’, contestó Church con toda rotundidad. Su escrito ha sobrevivido al tiempo y se ha convertido en toda una tradición. La historia se ha reflejado en la pequeña pantalla en tres ocasiones: una película protagonizada por Charles Bronson y dos cortos de animación.
Es el enigma del espíritu de la Navidad. Para muchos se trata simplemente de una costumbre que se ha convertido en una buena muestra de consumismo exarcebado. Para otros, por una u otra causa (puede ser ese egrégor que comentábamos en nuestro artículo (El primo de Marty Feldman: EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD ( I ) se trata de un instante único, una puerta abierta a la ilusión colectiva, a un momento diferente, en el que nuestro mundo se hace más humano, aunque sólo sea por unos días.
El editorial de Francis P. Church, a favor de la magia de la
Navidad
Navidad
Nuestros pensamientos por un instante vuelven a la inocencia de la infancia. En Estados Unidos, el periodista Francis P. Church le dio un nuevo impulso al mensaje navideño cuando contestó la pregunta de una niña de 8 años sobre la existencia de Papá Noel.
Church se dejó llevar y no respondió cómo muchos esperaban a través de un periódico. Un texto que ha perdurado a través de los años y que se lee o se recita en muchos lugares. El actor Charlton Heston fue uno de los que ha leído el emotivo editorial a favor del espíritu de la Navidad.
Tres versiones televisivas de ‘Yes, Virginia, There is a Santa Claus’, una de ellas con Charles Bronson
La historia de Virginia O’Hanlon y Francis Church se ha trasladado a la televisión en tres ocasiones. Una de ellas, 'Yes Virginia, there is a Santa Claus (Yes Virginia, There Is a Santa Claus ) es un largometraje protagonizado por el actor Charles Bronson. La película se estrenó en la cadena norteamericana ABC el 8 de diciembre de 1991.
La película cambia la historia real para darle un toque más dramático. El padre de Virginia, interpretado por el actor Richard Thomas, acaba de perder su trabajo cuando se acerca la Navidad. El periodista Francis P Church, encarnado por Charles Bronson, atraviesa un mal momento a causa de la muerte de su esposa. La pregunta de Virginia le dará nuevas razones para vivir.
Sorprende la actuación de Charles Bronson, como el apesadumbrado periodista, y más cuando en años anteriores se había especializado en papeles de duro justiciero.
La niña de 8 años, Virginia O’Hanlon es la actriz canadiense Katharine Isabel, que más tarde protagonizara algunos papeles en películas de terror.
También participa en esta versión televisiva, Edward Asner, quien tiene más de 300 trabajos, entre series y películas y se hizo popular por la serie de finales de los años 70, ‘Lou Grant’.
Dos versiones animadas de ‘Yes, Virginia, there is a Santa Claus
La primera versión para televisión del famoso editorial se transformó en una historia animada de 25 minutos ( Yes, Virginia, There Is a Santa Claus). Fue en 1974. Su director, Bill Meléndez, conocido por llevar a la pequeña pantalla la serie de televisión ‘Carlitos y Snoopy’.
Con un estilo muy similar a la animación de Carlitos, Meléndez , le otorgó a la trama esa mezcla de historia de niños y ambiente navideño.
35 años después, en el 2009, se estrenó, también para la televisión, otro corto de animación titulado ‘Yes, Virginia’ (Yes, Virginia).
Todo un alegato a favor de la Navidad lleno de mensajes positivos para los más pequeños. El espíritu de la Navidad quitará todas las dudas que le querían sembrar a Virginia.
El texto de Francis Church, el gran tesoro
En los cortos y la película, el texto de Francis P. Church forma parte importante de la trama. El escrito aparecía en mitad de una página del diario neoyorkino ‘The Sun’ el 21 de septiembre de 1897 y sin firmar. En cambio, ese pequeño texto reivincando la Navidad y su magia, se ha convertido en uno de los editoriales más leídos de todos los tiempos.
Terminamos con la versión integra del escrito periodístico. Como insinúa Francis Church, todavía nos queda mucho por descubrir.
«Querido director: Soy una niña de ocho años. Algunos de mis amiguitos dicen que no existe Santa Claus. Papá me dice “si lo lees en The Sun será así”. Por favor, dígame la verdad: ¿existe Santa Claus? Virginia O'Hanlon. 115 West, Calle 95. New
York»
«SÍ, VIRGINIA, EXISTE SANTA CLAUS»
«Virginia, tus amiguitos están equivocados. Se han contagiado del escepticismo de una época escéptica. Sólo creen en lo que ven. Piensan que no puede existir nada que no sea comprensible para sus pequeñas mentes. Todas las mentes, ya sean de adultos o de niños, son pequeñas. En este nuestro gran universo, el hombre es un mero insecto, su intelecto es una hormiga comparado con el mundo sin fronteras medido por la inteligencia capaz de alcanzar toda la verdad y conocimiento.
Sí, Virginia, existe Santa Claus. Su existencia es tan cierta como la del amor, la generosidad y la devoción; y tú sabes que existen y dan a tu vida su mayor belleza y alegría. Además, ¡qué monótono sería el mundo si no existiera Santa Claus!. Sería tan monótono como si no existiera ninguna Virginia. No habría fe infantil, ni poesía, ni romance para hacer tolerable la existencia. No tendríamos felicidad, salvo que fuera palpable. La luz eterna con que la infancia llena el mundo se extinguiría.
Si no crees en Santa Claus, tampoco debes creer en los cuentos de hadas. Puedes conseguir que tu papá contrate varios hombres para vigilar todas las chimeneas en Nochebuena y cazar a Santa Claus. ¿Pero, incluso si no vieran a Santa Claus bajar, qué estarían probando? Nadie ve a Santa Claus, pero eso no es señal de que Santa Claus no exista. Las cosas más reales en este mundo son aquellas que ni los niños ni los adultos pueden ver. ¿Has visto alguna vez a las hadas bailando en el jardín? Por supuesto que no, pero eso no es prueba de que no estén por ahí. Nadie puede concebir o imaginar todas las maravillas que no podemos ver o sentir en este mundo.
Puedes romper el sonajero de un bebé y ver lo que hace ruido dentro, pero el velo que cubre el mundo invisible no puede romperlo el hombre más fuerte ni la fuerza unida de todos los hombres fuertes que hayan existido. Sólo Fe, imaginación, poesía, amor, romance pueden correr la cortina y ver la belleza celestial y la gloria del más allá. ¿Es todo esto real? En todo el mundo, Virginia, no existe nada más que sea tan real y duradero.
Gracias a Dios, Santa Claus existe y existe para siempre. Un millar de años pasarán, Virginia, nueve, diez veces mil años desde ahora, y él continuará poniendo felicidad en el corazón de la infancia».
Gracias a Dios, Santa Claus existe y existe para siempre. Un millar de años pasarán, Virginia, nueve, diez veces mil años desde ahora, y él continuará poniendo felicidad en el corazón de la infancia».
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