En este sitio podréis leer a partir de hoy el blog El primo de Marty Feldman, un espacio cinematográfico del crítico Felipe Sanjensen. El blog recoge el nombre de Marty como un homenaje a la comedia, al cine de humor, al denominado 'slapstick' del que Feldman fue un gran admirador. Se pretende proporcionar una mirada inquieta, curiosa y a la vez simpática del cine en minúsculas, de un cine que, pese a pertenecer al pasado, está vigente con joyas o grandes escenas que han pasado desapercibidas. Feldman buscaba el gag, el golpe, la carcajada, la risa vital. La comedia es risoterapia en estado puro, y Feldman, al igual que otros ha contribuido a despejar durante un momento nuestras nieblas internas. Nunca un defecto fue tan bien aprovechado como una virtud. Feldman sufría la enfermedad de Graves, de ahí sus ojos saltones, sin duda clave en las miradas de Igor en 'El jovencito Frankestein'. Marty el de los ojos saltones es reconocido mundialmente por este éxito de Mel Brooks, pero ya entonces estaba considerado un prestigioso guionista en el Reino Unido y un buen actor de la comedia más disparatada. Revisaremos su trayectoria y también todas aquellas películas o escenas que por uno u otro motivo nos llamen la atención. En principio no nos centraremos en los estrenos, aunque eso no significa que comentemos una película o cualquier detalle que se quede grabado en nuestra retina. Ahora solo queda empezar y decir aquello de: 'Bienvenidos al blog del primo de Marty Feldman, bienvenidos al fabuloso y misterioso mundo del cine. A un lugar donde reina la curiosidad, la sorpresa, el detalle. Donde existe otro universo que está en este, donde el absurdo camina con la realidad, donde la comedia y el humor limpian los negros tejados de la vida. Felipe Sanjensen, servidor, les invita a comentar y compartir estos momentos mágicos a través de la red, a una aventura sin igual que nos deparará diversión y alegría.
Grandes joyas olvidadas del cine. En Technicolor y Cinemascope. Y en glorioso blanco y negro
lunes, 14 de junio de 2010
El primo de Marty Feldman
En este sitio podréis leer a partir de hoy el blog El primo de Marty Feldman, un espacio cinematográfico del crítico Felipe Sanjensen. El blog recoge el nombre de Marty como un homenaje a la comedia, al cine de humor, al denominado 'slapstick' del que Feldman fue un gran admirador. Se pretende proporcionar una mirada inquieta, curiosa y a la vez simpática del cine en minúsculas, de un cine que, pese a pertenecer al pasado, está vigente con joyas o grandes escenas que han pasado desapercibidas. Feldman buscaba el gag, el golpe, la carcajada, la risa vital. La comedia es risoterapia en estado puro, y Feldman, al igual que otros ha contribuido a despejar durante un momento nuestras nieblas internas. Nunca un defecto fue tan bien aprovechado como una virtud. Feldman sufría la enfermedad de Graves, de ahí sus ojos saltones, sin duda clave en las miradas de Igor en 'El jovencito Frankestein'. Marty el de los ojos saltones es reconocido mundialmente por este éxito de Mel Brooks, pero ya entonces estaba considerado un prestigioso guionista en el Reino Unido y un buen actor de la comedia más disparatada. Revisaremos su trayectoria y también todas aquellas películas o escenas que por uno u otro motivo nos llamen la atención. En principio no nos centraremos en los estrenos, aunque eso no significa que comentemos una película o cualquier detalle que se quede grabado en nuestra retina. Ahora solo queda empezar y decir aquello de: 'Bienvenidos al blog del primo de Marty Feldman, bienvenidos al fabuloso y misterioso mundo del cine. A un lugar donde reina la curiosidad, la sorpresa, el detalle. Donde existe otro universo que está en este, donde el absurdo camina con la realidad, donde la comedia y el humor limpian los negros tejados de la vida. Felipe Sanjensen, servidor, les invita a comentar y compartir estos momentos mágicos a través de la red, a una aventura sin igual que nos deparará diversión y alegría.
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Esperemos que la vida de este blog sea larga y fructífera.
ResponderEliminar¡Bienvenido a la blogosfera, Felipe!