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jueves, 10 de marzo de 2011

DORIS DAY, ESPÍA, SIRENA Y ENAMORADA









‘Una sirena sospechosa’, comedia romántica y alocada con Rod Taylor. Dom DeLuise se dio a conocer en su papel de espía novato. Doris Day es una viuda de la que sospechan que es espía en un festival lleno de equívocos. Secundarios de la serie ‘Embrujada’ participan en la comedia de los 60.


Después de dedicar nuestro anterior artículo a tres actrices, esta semana vamos a prestar atención a una película y a su actriz protagonista. Lo hacemos gracias a una sugerencia de uno de nuestros lectores, que nos ha ayudado a descubrir (ella ya lo sabía, por supuesto) el encanto y ese buen sabor de boca que deja este film de los 60.



La actriz, criticada por muchos por representar a la americana de clase media de la época, es Doris Day. Llenar los cines Oklahoma puede ser fácil si es la americana media, pero conseguirlo en Majadahonda es más complicado y Doris atrajo a los espectadores de medio mundo.



Doris llevaba desde los 50 con películas en las que tenían cabida el fino humor y el amor. Los guiones la emparejaron con Rock Hudson ( sólo hicieron tres películas aunque parezcan más) Frank Sinatra, Cary Grant, Clark Gable, David Niven,  Richard Widmark, James Cagney,  o James Garner. 


Con el actor australiano Rod Taylor compartió protagonismo en dos películas ‘Do not disturb’ y ‘The Glass Bottom Boat’(algo así como ‘El barco con fondo de cristal), cuya traducción al castellano no se parece en nada. ('  Una sirena sospechosa ' ).


Tashlin y Doris Day, humor y romanticismo en elevadas dosis





Doris jugaba en casa. Su marido, Martin Melcher, era el productor, y tenía todo a favor para lucirse.en  'Una sirena sospechosa'.  Era la película 14 que producía para su esposa.  En esta ocasión, en plena moda Bond, la comedia tenía un toque de espías un poco casero. Después contrataron a un director especializado  en comedias más alocadas: Frank Tashlin

Acostumbrado a llevar a la pantalla todas las peripecias de Jerry Lewis, Tashlin tenía que combinar los momentos más románticos (los besos de Rod y Doris, por cierto Rod era algunos años más joven que ella) con los instantes dedicados a la carcajada. 

Para ello no repararon en buscar un buen combinado de actores cómicos entre los que destaca un joven Dom DeLuise, y repartirlos a través de los 110 minutos de metraje. Resultado: la película pasa volando.


A ello se le añade excelente fotografía, decorado, vestuario y buen apoyo musical (estupendos arreglos de Frank De Vol)  y se nos queda una de esas películas ideales para ‘refrescarnos’ la mente, para saborear el lado bueno de la vida. Nuestra lectora y amiga ya sabía lo que nos ofrecía. 


El desencuentro entre Jennifer Nelson y Bruce Templeton trae el amor





El gran amor para las historias del cine surge de desencuentros. Y aquí no iba a ser menos. Jeniffer Nelson (Doris Day)  es una viuda que conoce a Bruce Templeton (Rod Taylor) quién después será su gran amor. Para ello necesita empezar con mal pie. Templeton le ‘pesca’ la pieza inferior de su vestido de sirena, y luego no le puede quitar el zapato de tacón en el área restrictiva de la Nasa.


Levanta sospechas porque  telefonea a su perro Vladimir

Cuando Doris Day y Rod Taylor empiezan a conocerse por motivos laborales, ella levanta las sospechas del jefe de seguridad, Homer Cripps, interpretado por Paul Lynde  ( el tío Arthur de la serie ‘Embrujada’). 

Tampoco resulta muy frecuente que una viuda telefonee a su perro, que se llama Vladimir, para que se mueva por la casa y así haga un poco de ejercicio.


Dom DeLuise un espía en prácticas





  Al amor de la pareja se interpone esa futura sospecha de espionaje y una red de infiltrados ‘por correspondencia’ que encabeza un inspirado Dom DeLuise. Aquí encarna a Julius Pritter, un papel que le dio a conocer como cómico. 

Su primer encuentro con Doris Day es más propio del cine mudo. El ‘falso’ instalador le pisa el pastel a Jeniffer Nelson. A partir de ahí, cada solución es un inconveniente añadido, y un puro ‘slapstick’




El espía ‘patoso’ deja su información en una caseta de feria. Los tiros por doquier casi anulan  al otro agente que ha de recoger los datos.



El festival de los equívocos. Doris besa a quién no toca



La película no gozó en su momento de muy buenas críticas. Quizás por no entender esta combinación de humor y romanticismo. La ‘sirena’, Doris, se encuentra en un momento de la película rodeada de equívocos y malentendidos. En realidad, nadie se piensa que es una simple viuda trabajadora.
Ella prepara un momento sublime de pasión con Bruce Templeton, pero , al apagar la luz , besa al hombre equívocado.






Cuando descubre las acusaciones contra ella, prepara otro encuentro de equívocos entre dos hombres que la cortejan.




El canapé espía 




Entre tanto enredo y movimiento, el agente  en prácticas Julius Pritter tiene tiempo para colocar un canapé espía en la fiesta. Un ingenio que le sirve para bien poco, y  que además debe  vigilarlo muy de cerca para que no se lo coma nadie.


Demasiados espías para una plácida conversación

En el tramo final, la película coge ritmo a base ‘nudos de marinero’ que se van liando. Doris Day se dirige a su casa, digiere el ataque de Dom DeLuise, que la amenaza con una pistola de agua.



 En esos momentos llega el padre de todos los embrollos, Edgar Hill (interpretado por Eric Fleming), quién se había hecho pasar por un agente de la CÍA. La persecución acaba en casa de los vecinos, interpretados por  George Tobías y Alice Pearce ( son los mismos que encarnaban al  matrimonio Kravitz en la serie  ‘Embrujada’).  Alice Pearce murió un 3 de marzo de hace 45 años, meses antes del estreno de ‘Una sirena sospechosa’ en los cines.

Entrada con buen pie en casa del matrimonio de ‘Embrujada’


El pie de Doris Day aparece por la ventana de los vecinos, y provoca el pánico en Alice Pearce. El marido, ni se inmuta. La persecución por la casa acaba con el espía neutralizado en el dormitorio.


Superados todos los equívocos y todos los impedimentos,  Bruce Templeton y Jennifer emprenden una nueva vida juntos. 


'Caprice', la película de la que reniega Doris Day



Un año más tarde Doris Day, el director Frank Tashlin y el marido de Doris, el productor  Martin Melcher quisieron repetir la fórmula con la película ‘Caprice’ ( Capricho ), ambientada en París (¿por qué la mayoría de películas de espías suceden en la capital francesa?). 

Ni el argumento, ni el reparto (Richard Harris es el protagonista masculino) contribuyeron al éxito del proyecto. La propia Doris Day reniega de esta película y reconoce que es una de sus peores interpretaciones. 


Quizás a ‘Caprice’  le faltó un elenco de buenos cómicos y ese tono de comedia más doméstica que consiguieron en ‘Una sirena sospechosa’. A pesar de las críticas y sus defectos  ‘Una sirena sospechosa’,  la película de Doris Day y Rod Taylor,  crece con el paso de los años. Por algo será, será….



                                 http://www.dorisday.net/the_glass_bottom_boat.html