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viernes, 8 de abril de 2011

LAS PELÍCULAS ITALIANAS DE DUSTIN HOFFMAN












'El millón de Madigan', el debut de Dustin Hoffman como protagonista. Modesta coproducción hispano-italiana en la que Hoffman interpreta a un inepto agente del tesoro norteamericano. Mitad Clouseau, mitad Jerry Lewis, Hoffman actua en su papel de agente despistado. 'El divorcio es cosa de tres', la aventura de Dustin Hoffman en la comedia italiana. En la película de Pietro Germi es Alfredo, un joven tímido, sorprendido por las reacciones de su pareja, Stefania Sandrelli.


Tras dos entregas repasando la ‘curiosa’ filmografía de Elizabeth Taylor, cambiamos de registro sin abandonar el mundo de las estrellas. Antes de proseguir, dar las gracias a nuestros lectores por la buena acogida que han tenido los dos artículos sobre Liz. Nos ha sorprendido incluso el interés que despierta esta diva que nos ha dejado, así como ese buen número de ‘intrépidos’ internautas que se mueven como pez en el agua en la red tras la ‘caza’ de las informaciones más desconocidas.

Lectores tan sagaces nos animan a revisionar muchas más ‘joyas olvidadas’ que se han quedado arrinconadas con el paso del tiempo.
Liz Taylor , al igual que  otros actores,vivió su etapa italiana. Pasó por Via Venetto, con su extraña película ‘Identikit’.


Para Dustin Hoffman, su periplo italiano no llegó en la madurez interpretativa. Fue su inicio. No se pareció en nada al de Clint Eastwood, pero marca toda una anécdota en la brillante carrera de este actor.

Dustin Hoffman hizo dos películas en Italia. La primera, una coproducción con España, supuso su ‘bautizo’cinematográfico. La segunda fue una sugestiva comedia a la italiana con el sello de Pietro Germi. 

 ‘El millón de Madigan’, su primer papel protagonista





Diversas circunstancias y casualidades concurrieron para que Dustin Hoffman viajara a Roma.  Era en los 60 el actor revelación en los teatros.  El productor estadounidense Sidney Pink le convenció para rodar ‘El millón de Madigan’(  El millón de Madigan ) , una modesta coproducción hispano-italiana. Hoffman tenía un papel protagonista y no lo despreció.


El actor no encabeza los créditos iniciales (se lo lleva César Romero que sale muy pocos minutos) y en los títulos de la película aparece como  su presentación en la gran pantalla.


Dustin Hoffman, un torpe agente en ‘El Millón de Madigan’




En ‘El millón de Madigan’, Dustin Hoffman es Jason Fister,  un inepto agente del tesoro norteamericano desplazado para investigar dónde están el millón de dólares que ha escondido un deportado  gángster que ha sido asesinado.
Quizás una de las mejores escenas de la película es el largo recorrido de César Romero, el gángster herido de muerte que un poco más y puede participar en la maratón de Nueva York. Jadeando, sube unas escaleras, entra en un piso y acaba rendido en un callejón al lado de un anuncio de lotería.




Mitad Clouseau, mitad Jerry Lewis, un joven Dustin Hoffman actua en su papel de agente despistado en esta película en la que demuestra que también tiene buenos registros para un personaje un tanto desmadrado. En su primera escena ya se ve el lado patoso de Jason Fister.




El inicio de ‘El millón de Madigan’ es más prometedor que el final, más desvanecido. En su viaje a Italia, Hoffman se queda encerrado en el servicio del avión.Su pericia como conductor también llama la atención.

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Dustin Hoffman està bien arropado por el gángster tipo Pier Nodoyuna que interpreta un secundario de lujo, Ricardo Garrone (con más de 160 películas en su historial).



Más buenos actores disfrutan de la presencia de Hoffman en esta simpática película. Fernando Hilbeck, Gustavo Rojo y Elsa Martinelli (quién 6 años antes compartió cartel con John Wayne en  'Hatari’).


Película muy irregular con excesivo diálogo de relleno, y muchas contradicciones (el patoso Jason Fister destaca como un gran tirador) Humor, acción y un final quizás más insulso de lo esperado conforman esta primera incursión italiana de Dustin Hoffman.



Poco después de rodar esta película, le llamaban para iniciar una gran carrera. Mike Nichols  le eligió  como el joven de ‘El graduado’. A partir de ahí no hizo falta más: Hoffman empezó en cada secuencia a demostrar sus cualidades.

‘El divorcio es cosa de tres’, Hoffman en una comedia a la italiana




No lo debió pasar mal, o le trajo buenos recuerdos su primera instancia en Italia, porque Dustin Hoffman volvió 4 años más tarde, cuando ya era reconocido, para rodar una comedia típicamente italiana, ‘El divorcio es cosa de tres’ ( El divorcio es cosa de tres ).



Valiente decisión meterse en el papel de un italiano en una película al más puro estilo de Pietro Germi, la última que dirigió, y con el resto del elenco del país transalpino.

Hoffman interpreta a Alfredo Pisani, un tímido empleado de banca que se enamora María Rosa (papel que encarna Stefania Sandrelli), la joven dependienta de una farmacia. Tras un noviazgo lleno de vaivenes y exageraciones, el matrimonio termina con una relación tormentosa.



Alfredo aparece con el pelo engominado o la raya en medio.Con cara de buen chico, queda sorprendido constantemente por las reacciones de la que será primero su amiga, más tarde su novia y al final su esposa.

Germi aporta momentos muy divertidos, basados la gran mayoría en las ocurrencias de María Rosa. La primera parte posee mayor frescura (quizás porque no nos esperamos los prontos de Stefania Sandrelli).

La escena del telegrama (17 veces le pide perdón y 25 le dice te amo) y las continuas llamadas a Alfredo nos recuerda los buenos momentos de la comedia italiana.


La voz en off sirve para darle ritmo al relato, aunque en alguna ocasión hubiera sido mejor ver la escena y el diálogo de los personajes. El primer cambio de María Rosa al poco tiempo de casarse  lo narra Dustin Hoffman.



El momento definitivo de la película, entre cómico y dramático es el del embarazo, que en un instante, y sin esperarlo,.se desvanece.



Stefania Sandrelli, que contaba con 26 años cuando se rodó la película, le aporta ese tono que sólo sabe darle una actriz de su estilo. Hoffman es creíble en su papel de comedido, tímido y tranquilo, aunque rompe con el prototipo de italiano exagerado, gestual y teatrero.

Pese a lo irregular del film,’El divorcio es cosa de tres’, es una buena comedia que le permitió a Hoffman conocer otro tipo de cine.




Siete años más tarde, en clave dramática, Dustin Hoffman retomaría el tema del divorcio en ‘Kramer contra Kramer’, papel que le valió el Oscar al mejor actor. Quizás le sirvió su experiencia italiana y las peripecias de su anterior personaje, Alfredo. Lo cierto es que sus dos trabajos en Italia, aunque considerados menores en su carrera, le aportaron mucho en su futuro como actor.