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jueves, 10 de febrero de 2011

RAQUEL WELCH, PISTOLERA A LA FUERZA









'Hannie Caulder', uno de los pocos westerns protagonizado por una mujer. La fuerza de voluntad de una pistolera novata con 'más moral que el Alcoyano'. Los hermanos Clemens, trío de ases secundarios (Ernest Borgnine, Jack Elam y Strother Martin). Robert Culp, un cazarecompensas con pinta de profesor. Western británico rodado en tierras de Almería.




Alguien quiso matar al western antes de hora, y el género cinematográfico por excelencia aparece y desaparece. Ahora resurge de la mano de los geniales hermanos Coen y con Jeff Bridges en su mejor momento en una versión Coen del ‘Valor de Ley’ que protagonizó John Wayne en su última etapa y que la valió su único Óscar.
Nosotros dedicamos este artículo a un western curioso peculiar y algo distinto que cumple 40 años. Una película protagonizada por Raquel Welch: ‘Hannie Caulder’ ( Ana Caulder ).

Raquel Welch, pistolera por obligación



‘Hannie Caulder’ es uno de los escasos films de vaqueros  protagonizados por una mujer. Rodado íntegramente en Almería, incluso podemos ver las bellas playas de esta provincia andaluza, se le definiría como un ‘britaniwestern’, es decir western hecho por británicos.




El reparto es quizá lo mejor del film, sobre todo la banda de los hermanos Clemens (sanguinarios y tontos a la vez) , trío de ases con Jack Elam, Strother Martin y Ernest Borgnine. Su presencia en la pantalla justifica ya el visionado de la película dirigida por un especialista del género, Burt Kennedy. Director eficaz  al que quizás le ha faltado un poco más de imaginación y creatividad en muchos trabajos.

Caulder, voluntad y venganza a partes iguales




 La venganza, tema recurrente del ‘spaguetti western’, es el punto central de ‘Hannie Caulder’. Raquel Welch, con 31 años cuando rodó la película, sufre la ira de los hermanos Clemens, que matan a su marido, le queman el rancho y la violan.



Todo este inicio, quizás excesivamente violento, sirve para que Hannie Caulder se transforme. Su sed de venganza , fuerza de voluntad y  ' más moral que el Alcoyano' (todo un ejemplo de esta famosa frase conocida en España) conseguirà convencer a un atípico cazador de recompensas (Robert Culp parece más un profesor) para que le enseñe a disparar.
Una manta solamente tapa el cuerpo de Hannie, dispuesta a todo para conseguir su objetivo.



Curiosa la versión española distinta de la inglesa. Mientras el cazarecompensas Thomas Luther Price se refiere a la cabeza, y Raquel le contesta que si quisiera podría verla más de cerca (la cabeza, por supuesto),los subtítulos no dicen lo mismo.
Lo vemos más detenidamente.
Thomas. – Si le enseñara a disparar, alguno acabaría volándole el culo.
Hannie. -¡Es mi culo!
Thomas.- Sería una una pena dejarlo como un colador. Es uno de los más bonitos en los que he puesto la vista.
Hannie.-Si quisieras podrías verlo más de cerca.

Como podemos observar, existe una ligera variación entre la conversación en castellano y el verdadero diálogo.En España preferirieron llamarle ‘cabeza’ a otra parte del cuerpo.


El baño del vaquero, el punto picante de la película



La conversación es un pequeño aperitivo para el punto Welch. No sólo de pistolas, venganza y más moral que el Alcoyano vive el espectador. Una nota picante, como ocurre en la famosa escena de la ducha en el tren de la película ‘100 rifles’. Aquí la excusa es un vaquero que le viene enorme.


La única forma de ajustarlo es mojarlo con agua. Y en ese período de transformación Caulder se va a hablar con el sheriff con su vaquero apretado y entra al salón a buscar a Thomas Luther Price.  Punto Welch superado.


Cómo ser una buena pistolera mientras Paco de Lucía toca la guitarra




Los ingleses manifiestan su flema hasta en el western. Y no nos sacan tiroteos, ni emboscadas. Hannie Caulder se va a una casa en la playa (se supone que es México, aunque ahora todo el mundo sabe que es Almería). Allí  está Christopher Lee, el armero que le ha de preparar el revólver  (cómo si en el oeste no sobrarán pistolas en cualquier parte).

Mientras elabora el arma, Hannie ejecuta un ejercicio con un palo y una piedra. Un primer paso para conseguir el título de pistolera novata.


Ambiente tranquilo, antes de que llegue Aldo Sambrell con su banda de mexicanos. Tan relajante que pasean de noche y Hannie ve a un muchacho tocar la guitarra. Ese joven que aparece en un plano que no supera los 20 segundos sería más tarde el famoso guitarrista Paco de Lucía. Tenía 24 años.



El cazarecompensas pierde el duelo a cámara lenta

El encuentro con los hermanos Clemens se resuelve en 4 duelos. Los guionistas (quizás aficionados al fútbol) nos dejan a las primeras de cambio sin Robert Culp.



En un primer duelo a cámara lenta, copiando el estilo de Sam Peckinpah, Culp dispara sobre Ernest Borgnine (el hermano más listo de los Clemens, que tampoco es decir mucho) mientras el otro le lanza un cuchillo.


Todo lo preparan para que la pistolera novata, es decir Hannie Caulder, se enfrente ella solita a los Clemens.


Tres de tres, la suerte de las pistoleras novatas





Quizás una resolución más acorde con el género hubiera sido los tres hermanos en un lado de la calle y ella sola en el otro, tipo ‘Duelo a muerte en OK Corral’. Aquí han preferido que sea ella la que sacie su sed de venganza en un uno contra uno. El primero de sus duelos  es demasiado fácil para tratarse de una pistolera novata. Sam (¡qué grande es Jack Elam!) está en una habitación del salón,ella le sorprende, le da un arma y le gana.  


A Rufus  (Strother Martin)  se lo encuentra en una tienda. La herida en el brazo le sirve para disimular su arma y acaba con él de un certero disparo.



Si alguien entra al cine en estos instantes de la película, nunca se pensaría que poco antes Raquel Welch no sabía ni coger una pistola.


Con el tercero, Ernest Borgnine, ya hay más tensión. Una antigua prisión abandonada es el sitio elegido para el desenlace final.Esta opción se parece más al esquema de las películas de acción (último encuentro en fábrica abandonada) que a las del oeste.

El cuchillo de Borgnine (Emmet Clemens) es el arma mortífera y definitiva que dejó k.o a Robert Culp. 

Caulder está perdida, toda parece acabado, pero la presencia de un personaje misterioso (Stephen Boyd, el Mesala de Ben Hur), le salvarà la vida en el último instante. Después, Hannie dolida, con las instrucciones de pistolera bien aprendidas, llevará a cabo el ‘remate final’ y consumarà su venganza.



La fuerza de voluntad y el tener más moral que el Alcoyano (una gran frase que simboliza que nunca hay que tirar la toalla) le ayudan a Hannie a conseguir un imposible. Al final quedan las dudas: ¿Continuarà su cursillo de pistolera?, ¿Montará una tienda de vaqueros mojados? ¿Se dedicará a diseñar mantas como si fueran bikinis?.


Nunca lo sabremos, porque los británicos nos privaron de una segunda y tercera entrega de ‘Hannie Caulder’ y sus andanzas. Nos quedamos con más ganas de conocer más aventuras de esta pistolera novata.


Enlaces relacionados: http://es.paperblog.com/oda-al-western--220079/

                                 http://800spaghettiwesterns.blogspot.com/2008/05/ana-coulder.html

                                http://www.helium.com/items/1835879-movie-review-hannie-caulder-1971