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jueves, 18 de noviembre de 2010

EL IMPERIO BERLANGUIANO CONTRAATACA ( I )





Las películas mutiladas de Berlanga. ‘El Verdugo’ o como ridiculizar de una vez por todas a la censura. Lo mejor para el franquismo hubiera sido rechazar el guión. El personaje de Nino Manfredi tiene el mismo nombre y apellido que el actual presidente del gobierno y el cantante ‘El Puma’. José Isbert, un verdugo veterano que siempre va con boina


Nos ha dejado un maestro, un maestro en lo suyo que era contar historias, sacar del cajón las situaciones más absurdas y convertirlas en las más comunes, superar todas las adversidades y hacernos pensar con su ironía, humor negro y acidez.
Nos ha dejado Berlanga, pero queda su término: berlanguiano, y todo un universo de personajes por descubrir. Porque el gran misterio de Berlanga es que sus historias, por muy raras que sean , continúan vivas. 



No sabemos cómo lo ha conseguido, pero nos creeríamos que el profesor George Hamilton ( el científico norteamericano) vuelva de vacaciones a Calabuch, que el verdugo José Luis Rodríguez esté jubilado y tenga un apartamento en Benidorm, que los Leguineche de ‘La Escopeta Nacional’ quieran contar sus miserias en un realityshow, o que los Planchadell de ‘Moros y cristianos’ inviertan en la China para fabricar el turrón más barato…


Berlanga se ha ido , pero sus creaciones han revivido, sus personajes han salido del ostracismo y vuelven a pulular por nuestros cerebros: el imperio berlanguiano contraataca.

‘El verdugo’ o cómo sobrevivir a la censura 


 No vamos a detallar toda la trayectoria de este director y en esta ocasión (habrá más)  nos centraremos en el Berlanga mutilado, tocado por la censura. Muchos de sus proyectos no salieron a la luz porque lo tenían fichado desde aquel parto surrealista llamado ‘Los jueves milagro’. Estuvo unos años sin poder rodar a causa de negarse a acabar el final cambiado de esta película. Pero su respuesta cinematográfica fue terrible: contestó con dos de las mejores películas del cine español: ‘Plácido’ y ‘El verdugo’.


Si la censura demostró no enterarse en esa feroz crítica llamada ‘Plácido’ y la famosa frase ‘ponga un pobre en su mesa’, en ‘El verdugo’ el error (desde el punto de vista del régimen y el tijeretazo) fue mayúsculo. Lo mejor para el franquismo hubiera sido rechazar el guión y que no se rodase, pero quizá el hecho de ser una coproducción con Italia, con actor del país transalpino de por medio (Nino Manfredi), al margen de la consabida propaganda aperturista, les coartó.



Ellos pensaron que un cortecito por aquí otro por allá lo arreglan y no se saca aquello que consideraban más molesto, pero les pasó un obus por la cara y ni se enteraron.
Lo observaremos con algunos detalles de varias escenas.

José Isbert, un verdugo con boina 



El personaje de José Isbert, el verdugo que se jubila ("el reglamento es el reglamento") es el de todo un profesional del gremio. En su experta opinión, es mucho peor la descarga eléctrica  de los americanos  que la pena de muerte española. Tampoco tiene reparos en contar en una excursión en el campo algunas ejecuciones problemáticas..


La censura dejó pasear a sus anchas a este personaje por la película. Berlanga y Azcona quizás pudieron disimular más este crucial papel por la peculiar voz y simpatía de Pepe Isbert, porque era el verdugo que se retiraba consciente de su trabajo o porque llevaba boina en casi toda la película (mayor familiaridad imposible). 

Isbert ni siquiera se inmuta en plena calle cuando debe de averiguar la talla de camisa de su yerno.



Verdugo: una profesión muy solicitada

Dos situaciones  que ya pican. Como la administrativa, cuando para un trabajo tan tremendo hay 36 solicitudes    por delante de la de José Luis. Tampoco choca la recomendación del señor Corcuera, quien lo considera un oficio más que pasa de generación en generación. 


Primera ejecución: de viaje a Palma con toda la familia


La gran supermofa ocurre cuando le llega el aviso de su primera ejecución y se marcha con toda la familia a Palma, como si fuesen unas vacaciones familiares.


Aparte de trasladar al ámbito familiar un asunto tan macabro, merece la pena fijarse en el pisito.
La casa tiene todos los detalles de la época: el jarroncito, el cuadro de la última cena o el parchís.


Increíble la escena que hemos visto repetidas veces momentos antes de entrar en la sala para ejercer de verdugo. Se palpa la tensión previa sin que en ningún momento veamos al reo.


Sin embargo, el franquismo obvió comerse la conversación anterior con el director de la prisión con una frase absolutamente impagable: "El condenado no puede esperar".


Las críticas del régimen a 'El Verdugo'

Con los 17 cortes de la censura, los responsables seguro pensaron que iba a ser tan mala que a nadie le gustaría.Más no fue mala, fue buenísima y se salvó por su presencia en el festival de Venecia.



El embajador en Roma, Alfredo Sánchez Bella después de verla, no reprimió lo que pensaba: “Me parece uno de los más impresionantes libelos que se han hecho contra España, un panfleto político increíble…no existe en toda la película un tipo sano, limpio, idealista, todo está podrido en esa sociedad a la que usted ha aplicado el más frío escalpelo”.

Seguro que les dio una fuerte reprimenda a los ‘blanditos’ censores que autorizaron el rodaje de este film y le permitieron titularla ‘El Verdugo’, cuando a Franco en Europa se le denominaban con este fúnebre apodo.

Boda A (para ricos) y B (para los poco ricos)

La censura quedó  derrotada y desajustada por todos los flancos en este brillante film. Con innumerables grandes escenas (no las podemos poner todas) como la boda B o boda de pobre después de la boda de rico.



La excusa de un actor de Hollywood para ligar con la que será su mujer.




Y actores fantásticos diseminados en algun momento de la película ( José Luis López Vázquez, Alfredo Landa, Saza, Agustín González, Antonio Ferrandis).

No falta el imperio austrohúngaro



Y como siempre, una película de Berlanga lleva su firma con  su frase fetiche o talismán: el imperio austrohúngaro, esta vez pronunciada en la sacristía.


47 añitos contemplan a ‘El Verdugo’, película que se mantiene fresca y lozana con multitud de detalles por descubrir. Se da la circunstancia de que el nombre y apellido del personaje principal (José Luis Rodríguez) coincide con el del presidente del gobierno y el famoso cantante venezolano apodado ‘El Puma’, casualidades que ha traido la vida.


 Terminamos esta primera y extendida entrega de ‘El imperio berlanguiano contraataca’ con una frase de Berlanga sobre su película ‘El Verdugo’: “Es una demostración que el hombre actual siempre està a punto de saltar el río del compromiso y entrar en una vida llena de convenciones que antes detestaba”.