jueves, 16 de diciembre de 2010

EL ESPÍRITU DE LA NAVIDAD ( I )














Las versiones del cuento de Dickens. Mr Scrooge, el avaro de los mil matices La canción de Leslie Bricuse. De Albert Finney , Henry Winkler ,George C. Scott a Michael Caine y los Teleñecos.Una versión del 71 consiguió el Óscar al mejor cortometraje de animación



La Navidad se acerca y todo el atrezo està preparado para celebrar una historia que ocurrió en un pesebre hace 2000 años. Se preparan los focos, las luces, mucha gente piensa que la primera compra consumista se hizo un 25 de diciembre y a casi todos, con más o menos euros, se les ocurre regalar cualquier tipo de detalle para demostrar que entendemos el mensaje de la Navidad.




Como en muchas otras cosas que ocurren, nos quedamos con la imagen. como si fuera un anuncio de esas recomendaciones de hermano mayor pesado con las que nos ‘machaca’ el gobierno antes de subirnos la gasolina, la luz , el IPC, el IVA o todo aquello que se justifica con una ‘sufrida y razonada’ estadística. ‘Compre, esté contento, pase el día con su familia, porque es Navidad’.Pero hay otras navidades.

‘A Christmas Carol’, un Dickens universal



Estos días más familiares, aparte de todo lo que conocemos, también se caracteriza por el denominado espíritu de la Navidad. Según algunas teorías,se trataría de un egrégor, es decir una creación humana que està en el plano emocional y que se formó en el instante del nacimiento de Jesús. El egrégor es algo así como un sentimiento colectivo y en este caso muy positivo.

El espíritu de la Navidad se asocia en buena parte del mundo a un relato que Charles Dickens escribió en 1843, hace la friolera de 167 años: ‘A Christmas Carol’ y que todavía sigue vigente. El cambio que experimenta un avaro con la llegada de los días más familiares continua siendo uno de los relatos más queridos y versionados por niños y adultos a los que nos gusta ese mensaje.



‘Míster Scrooge sancionado por el FMI




Ebenezer Scrooge no da un giro a su vida ni decide ser un protector de los débiles por su propia voluntad. Los fantasmas se le aparecen y de alguna manera le obligan a renunciar a una trayectoria miserable para no ser un futuro detrito. Y él, convertido, toma una decisión que ahora mismo no sería aceptada ni por el FMI ni por el Banco Central Europeo, ni por todos los Scrooges no convertidos que mandan y deciden sobre el futuro de este triste planeta: ‘le sube el sueldo a su empleado’.



A buen seguro que Dickens hubiera tenido problemas para escribir en la actualidad su relato de Navidad. Su crítica pecuniaria de Scrooge podría hacer tambalear la bolsa, perjudicar a los especuladores, reducir las ganancias de las casas opulentas. ‘Scrooge actúa despiadadamente por una razón de estado, subirle el sueldo a un empleado ahora mismo puede resultar toda una catástrofe’, diría un avezado economista de esos que escriben obviedades que nadie entiende.

Como hemos podido comprobar, ‘ A Christmas Carol’ o la historia de Scrooge es como un molde que nos da rápidamente una nueva versión, semejante pero diferente y que apetece contársela a todo el mundo.

Albert Finney, y su calvario de Scrooge



Al cine le pasó eso, se producía una necesidad imperiosa, por el motivo que sea, de transformar en imágenes el relato de Dickens. La primera fue muy temprana, en 1901 y la última en 2009. Mudas, habladas, en blanco y negro, en color, musicales, versiones para la televisión, de animación  ... el avaro al que el espíritu de la Navidad le abre los ojos siempre interesa.

Albert Finney fue uno de los que mejor interpretaron a ese ser egoísta en un musical ‘Muchas gracias, Mr Scrooge’ (Muchas gracias, Mr. Scrooge ).    El actor lo pasó fatal en el rodaje, tenía 34 años y era sometido a un ‘tormentoso’ maquillaje y en una escena (la que va volando) cayó y sufrió una hernia.


Esperemos que años después le trajera mejores recuerdos la película que quería olvidar. Un punto destacado de esta versión dirigida por Ronald Neame es que se trata de un musical y detrás figura un buen compositor y letrista como Leslie Bricusse. Entre todas las canciones, se ha quedado como un clásico el pegadizo tema ‘Thank You very much’, muy apropiada para resaltar ese ‘egrégor’ del colectivo que transporta a todos a los buenos propósitos.



George C. Scott y Henri Winkler, otros ‘Scrooge’



La crítica coincide en señalar el Scrooge de George C. Scott realizado en 1984 como una de las mejores versiones. ( Cuentos de Navidad ).Curiosamente fue un proyecto televisivo dirigido por Clive Donner. Resalta sobre todo la gran actuación de Scott que comprendió muy claramente las bases interpretativas del personaje.








Otra versión televisiva es una de las más apreciadas. La interpreta Henry Winkler, actor más metido en papeles de comedia. Aquí se titula ‘An american Christmas Caroll’  ( An American Christmas Carol ) y se traslada a la época de la gran depresión. El nombre de Scrooge cambia por el de Benedicto Slade.




En 1988 se estrena en tono de comedia una versión actual del relato de Dickens. ‘Los fantasmas atacan al jefe’( Los fantasmas atacan al jefe ). El Scrooge de turno se llama Frank Cross y es en esta ocasión un despótico directivo de televisión al que encarna Bill Murray. Robert Mitchum y John Forsythe,el de la serie ‘Dinastía’, tienen un papel en esta variante dickensiana.


‘Scrooge’ más animado



Los teleñecos también se atrevieron a llevar al cine esta historia navideña con Michael Caine, en el papel del super avaro reconvertido por el espíritu navideño ( Los teleñecos en cuentos de Navidad ). La cinta es ante todo original y muy familiar por esa irrepetible combinación Dickens, Caine, la rana Gustavo, miss Piggy y sus amigos.




Reducido a un corto de 26 minutos, el ratón Mickey revivió el cuento en ‘Una Navidad con Mickey’ ( Una Navidad con Mickey).

De mayor duración fue la presencia del popular personaje animado ‘Míster Magoo’( Mister Magoo's Christmas Carol) , en un Scrooge terriblemente especial. 





Tantas versiones de esta historia de Dickens y una de las menos pretensiosas, ‘Un cuento de Navidad ’( A Christmas Carol )  de 1971 fue la única que se llevó el Óscar. Se trata de un corto animado de 28 minutos. Se concibió para emitir en televisión, pero por su calidad se estrenó en los cines y optó al Óscar .Alastair Sim y Michael Hordern, participantes en la versión británica del 51 repiten con sus voces en esta creación con premio añadido.

 

Hemos observado que la historia de Scrooge permanece intacta en nuestros pensamientos, la última ya ha tomado el 3-D y la protagonizó Jim Carrey. Quizá en el siglo XXI, casi siglo y medio después que Dickens escribiera su cuento, aún proliferan demasiados Scrooges a los que todavía no les ha llegado el espíritu de la Navidad. Esperemos que reflexionen y vean el final que les espera si actúan cegados por su avaricia y su insaciable afán de conseguir más y más dinero.

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