Momento de gloria para el actor Mike Henry en 'Tarzan and the Valley of Gold'. Desde la parte alta de la plaza de toros de México, le lanza una descomunal Coca Cola al matón que iba a aniquilarlo. Mel Brooks, Dom De Luise y Marty Feldman usan el bote de Coca Cola como granadas en 'La última locura de Mel Brooks'. Una botella del Coca Cola vacía, todo un misterio para la tribu de los bosquímanos en 'Los Dioses deben estar locos'.
En la historia del cine hay grandes escenas, momentos sublimes, irrepetibles, realmente increíbles, y otros que no siendo tan conocidos ni recordados llaman la atención por su irracionalidad, su extravagancia, rareza, surrealismo, punto absurdo y todos los calificativos que uno quiera añadirle.
Se incluyen en el guión cómo el cocinero que mezcla helado con paella, o bermudas con camisa y frac. El combinado pasa ‘aparentemente’ desapercibido porque el espectador va a lo que se denomina ‘pasar el rato’ y por tanto no piensa fijarse en determinada escena por mucho que se quede a cuadros durante unos minutos.
Se cumplen precisamente 45 años de una de las películas más extrañas de Tarzán que se vieron en las pantallas. ‘Tarzán and the Valley of Gold’ ( Tarzán 66 ) , la protagonizó Mike Henry, un jugador de futbol americano, que rodó tres películas del rey de la selva. Las otras dos ‘Tarzán en el Amazonas’( Tarzán en el Amazonas ) y ‘Tarzán y el niño de la jungla’ ( Tarzán y el niño de la jungla ) fueron todo un calvario para el deportista-actor, que sufrió la mordedura de un mono y todo tipo de calamidades. A causa de su continuado martirio, Mike Henry prefirió no interpretar a Tarzán en la serie de televisión que iba a estrenar y fue sustituido por Ron Ely.
Mike Henry, autor del irrepetible Cocacolazo de Tarzán
Lo que Mike Henry no sabía es que en su primera aparición como Tarzán y a los pocos minutos de metraje, su escena pasaría a formar parte como una de las más extravagantes y naturalmente irrepetibles en las aventuras del rey de la Selva.
En esta película ,repetida hasta la saciedad en los cines verano de antaño, Tarzán llega a México con maletín y traje. Lo esperan para eliminarlo. Los malvados, con pinta de esbirros con poca práctica, se lo llevan en un descapotable. Mientras el cámara nos muestra edificios de México que podrían tranquilamente verse en Salamanca, al matón no se le ocurre otra cosa que llevarse a Tarzán a la plaza de toros de México como una muestra más del turismo aniquilador ( que muera, pero antes que vea nuestro fabuloso albero).
Desconoce el hampón mexicano que Tarzán prefiere la arena al asfalto y aunque se encuentra en inferioridad de condiciones porque está encorsetado en un traje, evita el primer envite.
Todo esto sería el prepartido, la jugada que antecede al gran gol que obtiene el actor deportista Mike Henry. Después viene el momento sublime. Un francotirador (otro hampón mexicano que tiene pinta de ser poco franco y también un mediocre tirador), le ‘asedia’ desde las gradas. Cualquiera estaría perdido, pero este Tarzán está crecido, embravecido, y tiene sed de justicia, por ello es un justiciero.
El momento culmen: Cocacolazo desde la monumental plaza de México
Mike Henry se vale de un espejo retrovisor para deslumbrar al despistado francotirador y subir por la escalera de caballeros, la publicidad del popular refresco ya nos anuncia en qué consistirá la gran hazaña de Tarzán.
Una vez en la parte alta de la plaza y con el adversario de espaldas, el rey de la jungla actua como un felino. Su fuerza e inteligencia se aúnan para en unos segundos tener en sus manos una botella de Coca Cola publicitaria de proporciones descomunales. Mike Henry ni siquiera sabe que pasará a la historia por esta gran iniciativa: el primer cocacolazo de Tarzán. Momento sublime que nadie se esperaba en esta película, luego hay otros buenos pero no tan interesantes.
Una vez en la parte alta de la plaza y con el adversario de espaldas, el rey de la jungla actua como un felino. Su fuerza e inteligencia se aúnan para en unos segundos tener en sus manos una botella de Coca Cola publicitaria de proporciones descomunales. Mike Henry ni siquiera sabe que pasará a la historia por esta gran iniciativa: el primer cocacolazo de Tarzán. Momento sublime que nadie se esperaba en esta película, luego hay otros buenos pero no tan interesantes.
Ni siquiera los productores calibraron las repercusiones del barrido de la botella gigante y más bien se apuntaron la escena por los ingresos publicitarios que aportaba la imagen del conocido refresco de cola. Al lado también se puede leer publicidad de Sidra El Gaitero. Quizás pensarían lanzar al ruedo una descomunal botella de sidra en nuevas aventuras de Tarzán.
Sea como sea, al cumplirse 45 años de esta escena, y 125 de la Coca Cola, creemos, desde ‘El primo de Marty Feldman’, que es un buen momento para reivindicarla y que sea más conocida. Como está hay otras que iremos descubriendo y en las restantes confiamos en la aportación de nuestros inquietos lectores.
El bote de Coca Cola, una granada infalible para Mel Brooks
La Cocacola como arma o instrumento bélico también la utiliza Mel Brooks en ‘La última locura de Mel Brooks’ ( La última locura ) . Quizás Mel había quedado impactado por la película de Mike Henry, y 10 años más tarde, una máquina de Coca Cola resulta vital en el desenlace del film. Brooks es más astuto que el director Robert Day y no desperdicia la escena como en ‘Tarzan and the valley of Gold’ al principio del film.
Los malvados de ‘Abarca y Devora’ cercan a Mel Fun, Dom Bell y Marty Eggs, interpretado por Marty Feldman. Mientras Marty rebobina la película, Mel y Dom Deluise lanzan Cocacolas de la máquina como si fueran granadas. Uno de los esbirros de ‘Abarca y Devora’ resulta herido, han ganado la batalla. La Coca Cola les ha salvado.
‘Los Dioses deben estar locos’ o el misterio de la botella de Coca Cola
Mientras Mel Brooks usaba la Coca Cola como armamento, el sudafricano Jamie Uys la utilizaba como un OVNI (Objeto de Vidrio No Identificado) en la película que le lanzó a la fama internacional ‘Los dioses deben estar locos’ ( Los dioses deben estar locos).
Una Coca Cola lanzada desde un helicóptero que cae en manos de un bosquímano, nos presenta todo un suceso social y humorístico. La tribu le encuentra múltiples aplicaciones al ‘extraño objeto’, que al final origina rencores y odios, por eso Xi, el miembro de la tribu que la encontró, decide hacerla desaparecer.
El simpático bosquímano del desierto de Kalahari, llamado N!xau, protagonizó otras 5 películas. La segunda parte de ‘Los dioses deben estar locos’ y otras secuelas inspiradas en el exitoso film.
Dos curiosos anuncios de la Coca Cola intepretados por Marisol y Elton John
Con tanta Coca Cola como argumento cinematográfico terminamos con dos curiosos anuncios del popular refresco. El primero lo protagoniza una jovencita Marisol con garbo flamenco para presentarnos el refresco de cola en España.
El segundo es el cantante Elton John, quién promociona la Coca Cola Light en el año 92. Gracias a los efectos especiales, en la sala de fiestas en la que canta Elthon podemos ver a Humprhey Bogart, James Cagney y Louis Armstrong.
El spot originó cierta polémica por el temor a que se pusiera de moda revivir a viejas estrellas de Hollywood en los anuncios. Por suerte, la publicidad decidió utilizar otros recursos y prefirió no abusar de los mitos del celuloide para vender sus productos.
Enlaces relacionados: http://www.briansdriveintheater.com/mikehenry.html
http://www.erbzine.com/mag19/1964.html
http://www.celluloidheroreviews.com/2006/04/17/silent-movie-1976/
http://www.sepiensa.org.mx/contenidos/2005/dioses/dioses1.html
Enlaces relacionados: http://www.briansdriveintheater.com/mikehenry.html
http://www.erbzine.com/mag19/1964.html
http://www.celluloidheroreviews.com/2006/04/17/silent-movie-1976/
http://www.sepiensa.org.mx/contenidos/2005/dioses/dioses1.html